Emociones Autenticas Y Emociones Sustitutivas.
Emociones Autenticas Y Emociones Sustitutivas.
En éste post hablaremos de la importancia de
saber distinguir la expresión de emociones autenticas y sanas y los mecanismos
de expresión que usamos para sustituir las emociones genuinas por emociones
sustitutivas mejor aceptadas y vistas en nuestra familia y en la sociedad, que
han hecho que no seamos capaces de expresar libremente lo que sentimos por miedo al rechazo.
Emoción
se define como el "estado de ánimo producido por impresiones de los
sentidos, ideas o recuerdos que con frecuencia se traducen en gestos, actitudes
u otras formas de expresión".
Es
algo íntimamente ligado a la persona. Nadie puede desligarse de sus emociones.
Por ello reconocerlas y expresarlas adecuadamente contribuye al equilibrio y
armonía personal.
Uno
de los geniales aportes de Berne y en su análisis transaccional fue separar las
emociones en dos categorías:
×
Emociones auténticas (propias del Niño Natural)
×
Emociones sustitutivas (del Niño Adaptado negativo)
Las
primeras o emociones auténticas son innatas en la persona mientras que las
segundas son adquiridas.
Esta
diferenciación emocional está muy vinculada con los marcos de referencia y
creencias familiares y culturales. Pensemos, por ejemplo, en la gran diferencia
en relación a la intensidad y duración de la expresión emocional que puede
existir entre la cultura japonesa y la latina. Del mismo modo entre unas familias
y otras.
Pero
además de variar en intensidad y duración, Berne observó que la educación modifica
las emociones también cualitativamente: cuando una emoción es inaceptada,
prohibida o ignorada en un marco familiar esta es sustituida por otra que si es
aceptada o al menos reconocida. A esta nueva emoción surgida como consecuencia
de la no aceptación de la auténtica o natural es a la que llamamos emoción
sustitutiva o "rebusque" y que se define como "emoción
sustitutiva, inadecuada, fomentada por los padres o sustitutos de la infancia,
que reemplaza a la emoción auténtica, ignorada o prohibida por estos".
Ejemplo:
Juanito
de 5 años está muy contento jugando y pasándolo muy bien, salta, ríe ... pero
su mamá tiene generalmente un estado de ánimo deprimido que todo ruido le
molesta. Regaña a Juanito diciendo que con tanto alboroto le produce dolor de
cabeza. Juanito se calla y se retira con sentimientos de culpa.
Con
unas cuantas veces que se repita este episodio Juanito aprenderá a renunciar a
sus deseos, a reprimir su alegría y a reemplazarla por culpa. De mayor puede
ocurrirle que cada vez que tiene motivos de alegría se sienta culpable.
DIFERENCIAS
ENTRE EMOCIONES AUTENTICAS Y "REBUSQUES"
Un rebusque es un sentimiento falso. Son sentimientos a los que nos
condicionamos en nuestra infancia porque fueron permitidos o mejor aceptados
por nuestras figuras parentales y que reproducimos cada vez que aparece un
conflicto o situación y que sustituyen a una emoción auténtica que o no fue permitida,
aceptada o no fue nutrida. Son aquellos sentimientos que intuimos en nuestra
infancia como más probables para catar la atención y la aprobación de nuestros
padres. Son emociones, forma de pensar y de comportamiento que aprendimos
a adoptar y a mantener hasta el presente actual, con el fin de sentir nuestro
propio sentido único de pertenencia con nuestros padres, familiares y
cuidadores en nuestro limitado y dependiente mundo infantil.
Las semillas de lo que será nuestra posición de vida serán esos
sentimientos rebusques. Más tarde en la vida, cuando
nuestros conflictos y juegos se repitan una y otra vez nuestros sentimientos
rebusques serán confirmados, así como nuestra posición de vida.
Los sentimientos rebusque serán improductivos en la edad adulta porque no
permiten expresar la emoción natural. Por ejemplo, Marta aprendió a expresar
miedo y tristeza para obtener la atención y el afecto. Cuando Marta tiene
pareja en vez de pedir afecto desde su emoción natural (alegría y amor) muestra
miedo e inseguridad, esto provoca un sentimiento de rechazo en Luis, su pareja.
Finalmente, cuando Luis rompe la relación, Marta habrá reforzado sus
sentimientos de miedo e inseguridad ante sus futuras parejas. En otro ejemplo,
Si Ana siempre fue ignorada cuando se sentía triste, pero recibió una gran
cantidad de elogios y atención cuando era feliz, es probable que aprendiera a
ser feliz y evitar la tristeza. Puede ser que en la edad adulta en los momentos
de tristeza no sepa cómo acceder a la sensación genuina y, o bien sienta
algo con lo que se siente más segura y más aceptado por sus padres (como la
ira) o ella puede decidir sentirse confundida o insensible.
También la posición de vida que hemos adoptado será improductiva, ya que
proviene de una época en la que pudo resultar adaptativo y sana para cubrir las
necesidades del niño, sin embargo en el "aquí y el ahora" nos impiden
vivir con autenticidad.
Cuando nos sentimos No "OK" con nosotros mismos y No
"OK" con cualquier otra persona experimentamos una posición de vida
sin esperanza. La persona va a experimentar su vida como decepcionante.
Sentirán que siempre están siendo decepcionados por otros y también tendrán
sentimientos inadecuados sobre sí mismos o sobre que decepciona a los demás.
Cuando nuestra posición de la vida se basa en sentimientos falsos o
rebusques de superioridad percibiremos a nosotros mismos como "OK" y
a los otros como "No OK '. Las personas con esta posición de la vida se
encuentran siempre aspirando a sentir que poseen ventaja frente a los demás con
el fin de sentirse seguros. También sienten que tienen que tener el control
sobre todo, puesto que piensan que nadie, aparte de ellos mismos, está lo
suficientemente "OK" para hacer las cosas bien.
Cuando nuestros sentimientos, sin embargo, son realmente el reflejo de una
posición de la vida en la que estamos 'OK' con nosotros mismos y "OK"
con los demás, somos capaces de interactuar con el mundo con una verdadera
autonomía. Estamos conectados con nuestro propio pensamiento y sentimiento y
capacidad de discernir si nuestras percepciones son coherentes con el momento
actual o simplemente arcaicas. Podemos elegir nuestro comportamiento para que
sea beneficioso para nosotros mismos y respetuoso con los demás.
Si entendemos nuestra propia posición de vida y nuestros rebusques podemos
analizar como son nuestras relaciones difíciles y como nos situamos a nosotros
y a ellos en la relación. Darnos cuenta cómo el resultado de nuestra forma de
relacionarnos sólo sirve para reforzar un sentido improductivo de lo que somos
en relación con los demás. Podemos, entonces, aprender a dirigirnos hacia la
consecución de unos resultados más positivos. Podemos dar un sentido más sano y
autónomo a lo que verdaderamente deseamos ser y a los resultados que queremos
lograr, lo que nos llevará a hacer nuestros esfuerzos más nutritivos en este
sentido y alcanzar una vida más rica.
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