Despertando El Deseo, Sensualidad.

Despertando El Deseo,  Sensualidad.

Cuando se habla o escucha la palabra seducir, lo primero que se viene a la mente es tal vez la imagen de un cuerpo atractivo, curvilíneo; pero también se refiere a lo que no se ve.

Normalmente se define seducción como el don de conquistar todo aquello que más gusta de la vida de la manera más fácil y mágica posible. El poder de seducción radica en el alma, el color de las palabras, en la luz de los ojos, aromas, sensaciones y mundos ocultos difíciles de compartir. Es un arte que se puede aprender.

El secreto de la seducción está esencialmente en mostrarse como la mejor opción y hacer sentir así al otro, para lograrlo debe conocerse, saber cuáles son los intereses y mostrarse que se tiene algo importante, que vale la pena. El propósito del que seduce es no engañar o inducir a acciones perjudiciales.

En el acto de seducir cada persona tiene su estilo único, se muestra los atributos físicos pero también el lenguaje y cualidades. Para los más extrovertidos suele hacerse más sencillo pero no quiere decir que para los introvertidos quede cuesta arriba, también pueden conquistar, hay quienes se sienten atraídos por esa introversión.

Éste 1er Mandamiento es: “YO ME SIENTO VALIOSO/A”.

¿Qué significa sentirte valioso/a? Sentirte a gusto contigo mismo/a, sentirte bien dentro de ti,  atractivo/a, alegre, feliz, animado/a, con ganas de celebrar, de compartir, de divertirte.

 

La sensualidad, lejos de ser un instinto, es algo que se aprende , la mayoría de las veces, por imitación. Pero, para poder ser sensual necesitas estar en armonía con tu interior, tener confianza en ti mismo y sentirte bien con tu forma de ser.

La sensualidad es una postura ante la vida es una forma de relacionarnos con los demás en todos los aspectos, no necesariamente buscando un encuentro sexual. Lo interesante es que cualquier persona puede ser sensual si se lo propone, lo único que necesita es tener su autoestima alta y saber expresarse a través de los sentidos de manera asertiva.  Expresando con los sentidos provocarás reacciones en las personas que te rodean. Y los beneficios de ser notado son muchos: desde el gusto que puedan sentir las personas cuando están a tu lado, hasta la satisfacción de sentirte deseado por el simple hecho de saber cómo mirar o tocar a tu pareja.

Una persona sensual es aquella que provoca atracción o reacción en los sentidos de otra. Pero, para cautivar, no sólo es necesario que sepas utilizar tus sentidos, también debes tener en cuenta otros aspectos de tu persona que conforman el concepto de sensualidad: tu forma de ser, de vestirte, hablar y moverte.

   Tu forma de ser denota quién eres realmente y de dónde provienes. Es importante que aprendas a conocerte y logres confianza en ti mismo para llegar a ser una persona sensual.

   A través de tu vestimenta las personas juzgan tus gustos y preferencias. Pueden definir rasgos de tu persona y, en algunos casos, hasta tu profesión. Es importante que poseas un estilo propio y no te esfuerces en "producir" uno determinado para agradar: lo más probable es que termines por sentirte incómodo  y los demás lo noten.

Aquello de que "por la boca muere el pez" suele ser bastante cierto. A través de tus palabras y tono de voz indicas datos adicionales que pueden ir desde tu estado de ánimo hasta tu nivel cultural. Recuerda que ser educado , culta y sofisticado son atributos de una persona sensual. Otra cosa que debes tener en cuenta es la modulación y dicción: por lo general, las personas que hablan muy duro o rápido suelen provocar tensión en quienes las rodean. Recuerda como te hablas a ti mismo es como hablas a los demás.

  Saberse mover es todo un arte . Si tus gestos son bruscos y secos, seguramente inspirarás más apatía y torpeza que atracción. No olvides que tu imagen exterior es lo primero que la gente ve y que no importa cuán interesante sea tu manera de ser, lo que digas o tu forma de vestir: si no combinas este conjunto de cosas con los gestos adecuados, nunca despertarás la curiosidad en los demás.

 

¿Qué te hace feliz a ti? ¿Qué amigos/as, qué actividades, qué hobbies? Si no sabes qué te hace feliz, y para seducir tienes que estar a gusto contigo mismo , ¿cómo lo vas a hacer? ¿Esperas un milagro quizás?

¿Acaso pretendes seducir a alguien rogándole y mendigando amor? ¿Deseas seducir empleando consejos, técnicas y simulando que estás genial cuando en realidad no es así?

¿Acaso la seducción no es un talento nato? Lo tienes o no.

Pues bien, es hora de desmentir esta sentencia, la seducción es un arte, y como tal se desarrolla. Adelante con tu sensualidad.

No es conquistar para ser feliz. Es ser feliz para  conquistar.