Elimina los pensamientos polarizados para mejorar tu autoestima.

Elimina los pensamientos polarizados para mejorar tu autoestima. 

El camino del medio.
En este post hablaremos sobre cómo mejorar nuestra autoestima y    de todas aquellas acciones que podemos llevar a cabo por nuestra cuenta para aumentarla. En concreto, vamos a hablar del pensamiento polarizado y de cómo éste nos perjudica de cara a tener una buena autoestima.

El pensamiento polarizado es un tipo de distorsión cognitiva que consiste en evaluar una situación de manera absoluta, en términos de "blanco o negro", "todo o nada", "sí o no". Cuando pensamos de manera polarizada, somos incapaces de aceptar que la realidad posee matices y no se debe valorar de manera tan radical ni extrema. No somos capaces de clasificar ni asignar a las cosas o a las personas características moderadas: simplemente nos movemos en los extremos (en los polos).

Un ejemplo: supongamos que estás realizando un trabajo con   entusiasmo, motivados, dedicando muchas horas y esfuerzos y en   los últimos días, las cosas no han ido demasiado bien: has cometido errores y no se ha cumplido con los plazos acordados o las expectativas que esperabas para algunas de las tareas (las más importantes). A los pocos días, alguien nos pregunta por el trabajo: oye, ¿qué tal   el   trabajo? Nuestra respuesta: "fatal, la cosa me va fatal, no me sale nada bien, no podre con esto.”

Si nos fijamos, estamos evaluando la situación de manera radical. El hecho de que el trabajo no haya salido bien, no significa que no sirvamos, que no podamos analizar los errores, que no podamos reconducir el camino, no significa que seas sean un torpe y que con este contratiempo nos vaya fatal. Lo racional hubiera sido analizar la situación y reconocer que te has esforzado durante estos últimos días, pero, a pesar de ello, no has podido cumplir con lo que se esperaba de ti. Las cosas han salido mal, pero no significa que no haya muchas cosas buenas de lo que sentirte orgulloso y muchas cosas por la que celebrar los avances y progresos en tu evolución y aprendizaje.
Me estoy castigando. Nos hacemos daño con este tipo de pensamientos radicales e irracionales que no se corresponden con la realidad. El hecho de suspender un examen es algo normal. Al igual que equivocarse en el trabajo, retrasarse en una cita, darle un pequeño golpe al coche mientras aparcamos,  etc.…
No debemos pensar de una manera tan radical: entre el 0 y el 10 hay infinitos números. Entre el blanco y el negro existen infinidad de colores. Nada ni nadie es perfecto o imperfecto, blanco o negro. La realidad se puede definir y clasificar en términos intermedios.

Recordad: "en el término medio está la razón".



Sin darnos cuenta, en muchas ocasiones pensamos de manera polarizada, extrema o radical, dañando poco a poco nuestra visión de nosotros mismos: nuestra autoestima.

El hecho de pensar de manera racional no va a eliminar el dolor por completo de nuestras vidas; es decir, al suspender un examen es posible que nos sintamos un poco decepcionados. Pero si pensamos de manera racional, no dañaremos nuestra autoestima y, por tanto, será más fácil superar los obstáculos que nos encontremos en el camino.

Recordad, el pensamiento polarizado nos hace daño, nos castiga y, con ello, baja nuestra autoestima. Debemos esforzarnos en pensar de manera racional y reconocer que la realidad se debe interpretar sosegadamente, asignado a los hechos valores comedidos que no se encuentren en los extremos.
Aristóteles definió la mayor parte de sus virtudes como el término medio entre dos extremos, algo que aún en nuestros días podemos reconocer incluso en algunos refranes. Parece que somos aristotélicos sin saberlo y es que algo parecido a lo que dijo Aristóteles queremos significar con expresiones como “ni tanto ni tan poco”, un dicho que condensa el célebre adagio griego del “nada sin medida”.

Tomemos como ejemplo la virtud de la valentía. Para Aristóteles no es valiente quien no tiene ningún miedo sino quien, aún consciente del riesgo y embargado por el temor, es capaz de obrar correctamente. Podemos comprender su doctrina del término medio imaginando los extremos de la valentía por exceso o por defecto. Ser excesivamente valientes podría conducirnos a exponernos a riegos excesivos o peligros innecesarios. Sin embargo, si somos precavidos en exceso y el miedo gobierna nuestra acción estaríamos incurriendo en el error contrario: seríamos excesivamente poco valientes.
En lugar de afirmar que "soy un desastre", "soy un inútil", "no sirvo para esto"; podemos decir: la próxima vez me saldrá mejor", "he tenido mala suerte", "quizás debería haber estudiado más", "sé hacerlo bien pero hoy no era mi día"... Siempre en el término medio y cuando nos hablemos hagámonos como una madre que le habla a un niño que se ha equivocado y tiene que seguir aprendiendo y esforzándose la próxima vez. Porque el lenguaje que usas contigo mismo es muy importante.





Comentarios

Entradas populares de este blog

Quien Hace Lo Que Siente Gana Aunque Pierda

Cuento para reflexionar, El pinito

Desarrollar La Empatía En Nuestros Niños .