DESARROLLAR LA RESILENCIA EN NUESTROS HIJOS .
DESARROLLAR LA RESILENCIA EN NUESTROS HIJOS.
En este post hablaremos sobre como podemos desarrollar la resilencia en nuestros hijos en el día a día pasito a pasito.
La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un
trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión significativas, como problemas
familiares o de relaciones personales, problemas serios de salud o situaciones
estresantes del trabajo o financieras.
La investigación ha demostrado que la resiliencia es ordinaria, no
extraordinaria. La gente comúnmente demuestra resiliencia..
Ser resiliente no quiere decir que la persona no experimenta dificultades o
angustias. El dolor emocional y la tristeza son comunes en las personas que han
sufrido grandes adversidades o traumas en sus vidas. De hecho, el camino hacia
la resiliencia probablemente está lleno de obstáculos que afectan nuestro
estado emocional.
La resiliencia no es una característica que la gente tiene o no tiene.
Incluye conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y
desarrolladas por cualquier persona.
Todos podemos desarrollar resiliencia y ayudar a que nuestros hijos la
desarrollen también. Implica conductas, pensamientos y acciones que pueden
aprenderse con el paso del tiempo. A continuación, presentamos consejos para
desarrollar la resiliencia.
Establezca relaciones
Enséñele a su hijo cómo hacer
amigos, inclusive la capacidad de sentir empatía, o de sentir el dolor del
otro. Anime a su hijo a ser amigo para poder tener amigos. Desarrolle una red
familiar fuerte para respaldar a su hijo ante las desilusiones y heridas
inevitables. En la escuela, hay que estar atento al hecho de que ningún niño
esté aislado. Relacionarse con las personas brinda apoyo social y fortalece la
resiliencia. Algunos encuentran consuelo recurriendo a un poder supremo,
mientras que otros lo hacen a través de una religión organizada o en forma
privada.
Ayude a su hijo haciendo que ayude a otros
Ayudar a otros puede permitirle a los niños superar la sensación de que
no pueden hacer nada. Anime a su hijo a realizar trabajos voluntarios
apropiados para su edad, o pídale ayuda con alguna tarea que él pueda realizar.
En la escuela, realice una sesión creativa con los niños buscando maneras de
ayudar a los demás.
Mantenga una rutina diaria
Respetar una
rutina puede ser reconfortante para los niños, en especial para los más
pequeños que anhelan estructuras en su vida. Anime a su hijo a desarrollar sus
propias rutinas.
Tómese un descanso
Si bien es importante seguir las
rutinas, preocuparse incesantemente puede resultar contraproducente. Enséñele a
su hijo cómo concentrarse en algo distinto a lo que le preocupa. Dese cuenta de
las cosas a las que su hijo está expuesto y que puedan ser inquietantes; sean
noticias, Internet o conversaciones que oyen por casualidad y asegúrese de que
su hijo tome un descanso de esas cosas si le causan inquietud. Si bien las
escuelas son responsables del rendimiento en exámenes estandarizados, destine
un tiempo no estructurado durante el día escolar para que los niños desarrollen
su creatividad.
Enseñe a su hijo a cuidar de sí mismo
Dé un buen ejemplo
y enséñele a su hijo la importancia de darse tiempo para comer como es debido,
hacer ejercicios y descansar. Asegúrese de que su hijo tenga tiempo para
divertirse y de que no tenga programado cada minuto de su vida sin ningún
momento para relajarse. Cuidarse e incluso divertirse ayudará a su hijo a
mantener el equilibrio y enfrentar mejor los momentos estresantes.
Avance hacia sus metas
Enséñele a su hijo a fijarse
metas razonables y luego a avanzar dando un solo paso a la vez para lograr
alcanzarlas. Avanzar hacia esa meta, incluso con un paso muy pequeño, y recibir
elogios por hacerlo hará que su hijo se concentre en su logro en lugar de
fijarse en lo que no logró y puede ayudarle a desarrollar resiliencia para
salir adelante ante los desafíos. En la escuela, divida las tareas grandes en
pequeñas metas alcanzables por los niños más pequeños, y para los más grandes,
reconozca los logros a medida que avanzan hacia las metas mayores.
Alimente una autoestima positiva
Ayude a su hijo a
recordar cómo pudo lidiar satisfactoriamente con dificultades en el pasado y
luego ayúdelo a entender que esos desafíos pasados lo ayudan a desarrollar la
fortaleza para manejar desafíos futuros. Ayude a su hijo a que aprenda a
confiar en sí mismo para resolver los problemas y tomar las decisiones
adecuadas. Enséñele a su hijo a tomar la vida con humor y la capacidad de
reírse de sí mismo.
Mantenga las cosas en perspectiva y una actitud positiva
Incluso cuando su hijo esté enfrentando sucesos dolorosos, ayúdelo a ver
la situación en un contexto más amplio y a mantener una visión de largo plazo.
Si bien su hijo puede ser demasiado joven para ver las cosas a largo plazo por
sí mismo, ayúdelo a ver que existe un futuro más allá de la situación actual y
que el futuro puede ser bueno. Una actitud optimista y positiva le permite a su
hijo darse cuenta de las cosas buenas de la vida y seguir adelante incluso en
los momentos más difíciles. En los estudios , utilice la historia para mostrar
que la vida sigue después de las adversidades.
Busque oportunidades para el autodescubrimiento
Los momentos difíciles suelen ser los momentos en los que los niños
aprenden más sobre sí mismos. Ayude a que su hijo vea cómo lo que está
enfrentando puede enseñarle a entender de qué está hecho.
Aceptar que el cambio es parte de la vida
Los cambios pueden a menudo ser terribles para los niños y adolescentes.
Ayude a su hijo a ver que el cambio forma parte de la vida y que se puede
reemplazar con nuevas metas a aquéllas que puedan haberse convertido en
inalcanzables. En la escuela, señale cómo los estudiantes cambiaron a medida
que avanzaban al siguiente grado y analice cómo ese cambio ha tenido un impacto
sobre ellos.
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