MIEDO AL FRACASO. NASRUDIN Y EL HUEVO .
NASRUDIN Y EL HUEVO
El miedo al fracaso
Cierta mañana
Nasrudin – el gran místico sufí que siempre fingía ser loco –envolvió un huevo
en un pañuelo, se fue al medio de la plaza de su ciudad y llamó a los que
pasaban por allí.
- ¡Hoy tendremos
un importante concurso! – dijo – ¡Quien descubra lo que está envuelto en este
pañuelo, recibirá de regalo el huevo que está dentro!
Las personas se
miraron, intrigadas, y respondieron:
-¿Cómo podemos
saberlo?¡Ninguno de nosotros es adivino!
Nasrudin
insistió: Lo que está en este pañuelo tiene un centro que es amarillo como una
yema, rodeado de un líquido del color de la clara, que a su vez está contenido
dentro de una cáscara que se rompe fácilmente. Es un símbolo de fertilidad, y
nos recuerda a los pájaros que vuelan hacia sus nidos, Entonces, ¿quién puede
decirme lo que está escondido?
Todos los
habitantes pensaban que Nasrudin tenía en sus manos un huevo, pero la
respuesta era tan obvia que nadie quiso pasar vergüenza delante de los otros.
¿Y si no fuese un huevo, sino algo muy importante, producto de la fértil
imaginación mística de los sufís?
Un centro
amarillo podía significar algo del sol, el líquido a su alrededor tal vez fuese
algún preparado de alquimia. No, aquel loco estaba queriendo que alguien
hiciera el ridículo.
Nasrudin
preguntó dos veces más y nadie se arriesgó a decir algo impropio. Entonces él
abrió el pañuelo y mostró a todos el huevo.
-
Todos vosotros sabíais la respuesta – afirmó – y nadie
osó traducirla en palabras. Así es la vida de aquellos que no tienen el
valor de arriesgarse: las soluciones nos son dadas generosamente por Dios,
pero estas personas siempre buscan explicaciones más complicadas, y terminan no
haciendo nada.
Muchas veces, las causas de pueden remontarse a
padres o hermanos muy exigentes durante la infancia, o a haber sufrido
vergüenza y humillación como producto de un fracaso menor. A medida que avanza
el tiempo y la persona va estructurando su personalidad, el miedo al fracaso se
va fortaleciendo. Para colmo, nuestra cultura hace un culto a la perfección
tanto en la imagen, como en las relaciones, en la carrera, etc.
Si el temor al fracaso te impide lograr tus metas o
disfrutar de tu vida, toma en cuenta lo siguiente:
• Ve el fracaso en su dimensión real.
Como algo que te
enseña y te ayuda a corregir para poder llegar a tu meta.
• Recuerda que todo el mundo fracasa en innumerables
ocasiones, independientemente de su sexo, edad, raza, profesión, etc.
La única
diferencia es que a veces conocemos dichos fracasos y a veces no.
Hay quién les
da mucha importancia y hay quién no se la da.
• Cuando falles, no te culpes, critique o regañes.
Simplemente
analiza en donde estuvo el error y cual es la mejor manera de corregirlo.
A
partir de este análisis, haz los cambios necesarios.
• No olvides las palabras de Albert Einstein: "La
definición de locura es: hacer lo mismo y esperar un resultado diferente".
Con
frecuencia no nos damos cuenta y estamos haciendo más de lo mismo.
• A veces no podemos corregir nuestros fracasos y
solucionar nuestros problemas, porque estamos encajonados en un solo punto de
vista.
En esos casos es necesario movernos y ver la situación desde otro
ángulo completamente diferente.
• No permitas que el fracaso te derrote o te
desmoralice.
No renuncies.
No lo veas como algo personal.
Piensa en el
fracaso como una señal en tu camino, que te indica que necesitas tomar otra
ruta.
• Aprende a reírte de ti mismo.
Aprende a ver el
aspecto gracioso de la situación.
La risa es la mejor medicina para mejorar
nuestro estado de ánimo.
Y la más barata: es gratis.
• Enfócate y disfruta del proceso, no fijes tu vista
sólo en los resultados.
• Cuando fracases, sonríe y piensa:
"Bueno, este
no es el camino.
Lo voy a intentar de una manera diferente"
• No olvides que el fracaso es parte del éxito.
Superar
el fracaso, simplemente es hacer ajustes necesarios para corregir el camino
hacia el éxito.
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