VERDAD Y MENTIRA , DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA.




En éste post hablaré sobre las dos caras de una misma moneda, dos extremos y dos polaridades que no existirían la una sin la otra pero .... 
“¿Cómo se reconoce la verdad ?

 Reconocer la “verdad”  depende de cuan necesitados, abiertos y dispuestos estemos a “verla” y “recibirla”.  Por eso la verdad es relativa, pues está matizada tanto por los hechos, cómo por el que interpreta los hechos. Todo lo que está sujeto a interpretación es “relativo”...como lo es una imagen  . “Quizás cada uno de nosotros prefiera ver la verdad de una manera.”
Una mentira no existe hasta que alguien descubre la verdad.
La mentira no surte efecto ni daño hasta que alguien se la cree.
Hay quienes mienten para atraer,  otros atraen y mienten.
Entre mentiras y ciegos que no quieren ver, hemos creado un mundo de fantasía, donde todos ven lo que quieren ver.
¿Eres feliz sabiendo que te mienten?, entonces tu verdad es una triste mentira. 
La realidad es mucho mejor que la mentira, tal vez la primera duela, pero la segunda nunca existirá.Saber distinguir entre la realidad y la mentira no es un don, es simple sentido común. Es parte de “ser humano” interpretar la verdad de maneras diferentes. Algunos dirán, “se interpreta a conveniencia”; yo pienso: cada cual interpreta la verdad, según es él o ella. Personalmente he experimentado “verdades” que al cabo del tiempo se convierten en “mentiras” o en “medias “verdades”. La verdad y la mentira se parecen en que ninguna de las dos es absoluta.  Cuando una aparente verdad surge ante mi percepción, trato de ir más atrás a ver de donde viene; y también más adelante de ella a ver hacia donde se dirige, cual es su objetivo... es solo su manifestación en el tiempo lo que  me reafirma si ha sido valioso el encuentro con esa “verdad”. No tomar las “verdades” en caliente, según  las sirve la vida,  poco a poco irá tomando sentido. Necesito sentir esa verdad, intimar con ella, estar dispuesta a verla transformarse en otra cosa ante mis ojos; pues se que todo es impermanente y pasajero. Igual ocurre con la “mentira”, pues si vamos a conversar acerca de la “verdad”, la “mentira” está presente, es la sombra de la verdad y su compañera inseparable...están siempre envueltas en un abrazo.  La “mentira” tiene también su valor. Nos enseña y nos hace sabios, igual que la verdad. La “mentira”, de ella pueden surgir actos de nobleza y compasión; también aprendizajes.  Las “verdades” más importantes en mi vida, las que más me han aportado, han estado precedidas de una “mentira”. He experimentado la verdad y la mentira como armas para agredir, humillar y vejar. Igualmente las he visto emular los más altos valores. Son parte del pan que me como cada día.
 Según mi humilde punto de vista, uno de los principales obstáculos a abrirse a la verdadera verdad, a ver las cosas como realmente son, es decir con objetividad y claridad mental, es precisamente éste: es que nuestro criterio humano es el que “nombra las cosas” y las categoriza; como dije antes: cada cual percibe según es ella o él.  Si no existiese “nuestro criterio”, no existiría la verdad ni la mentira. Nuestra naturaleza dual no nos ofrece  otras opciones. La Justicia selecciona la causa y la vara con que ha de medir... Por supuesto,  fue diseñada por un ser humano, con criterio. Ella pesa y mide con lo que tiene y puede: su balanza y las leyes/criterios. Con esto no quiero decir que La Justicia humana no tenga valor, pues sí lo tiene. Pero es imperfecta, como lo somos nosotros, por lo tanto, es relativa.

Haciéndonos avanzar en el conocimiento de otra verdad, aquella que existe pero que muchos repudian (pues no va acompañada de un bonito vestido). La verdad desnuda, nadie la quiere, inclusive nadie conversa con ella, ni la pondera, ni le da credibilidad, ni reconoce su valía. 
Para ello la verdad la verdadera esencia , para ser aceptada  se viste de las máscaras , patrones y personajes y sentimientos que el ego nos provoca . ¿quíen no se muestra agradable ante tan bella apariencia, quién no la acepta? Tiene el vestido apropiado para mostrar la verdad en acuerdo a cada ser y circunstancia por la que le pregunte. El vestido (máscara )  apela a los sentidos y transforma su apariencia de acuerdo a quién se ofrece.
¿Crees que abrirnos a la verdad que la vida nos presenta nos convierte en más humanos y sabios?
  Nos hace sabios y humanos abrirnos a la verdad,  pero también abriéndonos a la mentira,Tal vez en la vida nos hemos topado con gente muy mentirosa, que en el momento de hablar distinguimos si es cierto o no lo que sale de su boca. Pero hay personas que mienten perfectamente que es difícil distinguir, y quizás nunca nos daremos cuenta de ello. conociendo la  mentira y entendiéndola nos hace no solo sabios, sino compasivos. La mentira nos ejercita en la capacidad de perdonar.
¿Por qué para sentirnos aceptados tenemos que ver las cosas como los demás? 
 El ser humano necesita aceptación, y en su búsqueda, se adapta a la corriente.

¿Cuál es el precio que hay que pagar por ver la verdad de un modo distinto, por ver “otra cara de la verdad”? 
Se puede pagar su precio, como aislarse del “montón” , o de la “regla”. Podría ser criticado, ridiculizado, etc... 
 ¿Qué se gana cuando vivimos nuestra verdad y lo demostramos? Se gana cohesión de cuerpo, mente y espíritu. Se gana integridad y autenticidad. Por lo tanto, vale la pena pagar el precio, según yo. Pero recordemos que no todos somos iguales.
¿Crees que para abrirse al verdadero conocimiento de la verdad es necesario no juzgar, sino simplemente observar? 
Todo es relativo. Los humanos solemos juzgar pues vivimos en un universo visible dual. El no juzgar es un don que se adquiere y se practica tan solo si estamos conscientes. El conocimiento puede llegarnos de muchas maneras, como por ejemplo  sintiendo   mentiras , entre otras.
¿Dónde acaba la verdad y dónde empieza la hipocresía, la conveniencia o la ignorancia?
Todas y cada una de las verdades son distintas posibilidades y facetas del ser humano,   son facetas - con igual peso - dentro  del ser humano”. En unos momentos puede ejercer una faceta y en otro momento, otras.


La mentira es una realidad a medias, es increíble cómo se ha acostumbrado la gente a decirlas, y peor aún, se ha acostumbrado a escucharlas y dejarlas pasar por alto. Dicen que mentir es un arte. Yo digo que decir la verdad es más meritorio y tiene mucho más grado de dificultad.

Triste realidad que nos hace mentir porque cuando 
decimos la verdad, no nos creen. 

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