LA FUNCIÓN TERAPEUTICA DE LOS CUENTOS POPULARES.

La función terapéutica de los cuentos populares o cuentos de hadas.

Los cuentos son una fuente de conocimiento de nuestro ser. Son como un espejo donde se refleja parte de nuestra personalidad y a veces nos sorprenden como nos hacen un retrato de nosotros mismos. Trabajaremos con las técnicas gestálticas para dilucidar el material que presentan nuestros cuentos.


1Porque reflejan sus experiencias, pensamientos y sentimientos.
2-Porque le ayudan a superar sus ataduras emocionales por medio de un lenguaje simbólico, haciendo hincapié en todas las etapas -periodos o fases- por las que atraviesa a lo largo de su infancia.

Cuando el niño lee o escucha un cuento popular, pone en juego el poder de su fantasía y, en el mejor de los casos, logra reconocerse a sí mismo en el personaje central, en sus peripecias y en la solución de sus dificultades, en virtud de que el tema de los cuentos le permiten trabajar con los conflictos de su fuero interno.


Los cuentos aportan importantes mensajes al consciente, preconsciente e inconsciente, sea cual sea el nivel de funcionamiento de cada uno en aquel instante. Al hacer referencia a los problemas humanos universales, especialmente aquellos que preocupan a la mente del niño, estas historias hablan a su pequeño yo en formación y estimulan su desarrollo.
Los cuentos que provienen de la tradición oral abordan el mismo tema: la sublimación de los conflictos emocionales y los problemas existenciales que aquejan a los niños. Si bien existen libros pedagógicos que ayudan a desarrollar las funciones cognoscitivas del niño, existen también libros que ayudan a superar los traumas psicológicos por medio de la ficción y el lenguaje simbólico, que representa cosas que no están al alcance del entendimiento humano.

Método   ¿Qué cuento te cuentas ?

Te propongo por unos minutos hacer un viaje interior. Si estás preparado/a en un sitio placentero, sin que te molesten, trae a tu memoria el cuento que de pequeño/a te gustaba más. Aquel cuento preferido, el que has pedido que te cuenten una y otra vez, el que leías a través de los dibujos que te abrían un mundo imaginario. Puede ser que se te ocurran varios cuentos. Te invito a que elijas uno de ellos.

Una vez que lo hayas recordado, nárralo en voz alta. Tómate tu tiempo. En caso que no lo recuerdes tal como era cuéntalo de la forma en que te salga. Una vez que lo hayas contado, hazlo nuevamente, pero esta vez en tiempo presente, como si estuviese sucediendo aquí y ahora. El personaje del cuento pasará a ser tú mismo. Entonces además de contarlo en tiempo presente, añádele contarlo en primera persona.

Y ahora unas preguntas:
  • ¿Qué tiene que ver ese cuento con tu vida?
  • ¿En qué se parece o no el personaje con el que te has identificado?

Los cuentos infantiles son de vital importancia. A través de ellos nos hemos identificado, hemos adquirido de ellos nutrientes emocionales. En la terapia Gestalt los cuentos tienen su sitio. A través de ellos podemos llegar a conectar con emociones, necesidades o deseos paralizados en un momento de nuestra vida. Conectar con ellos es restaurarnos internamente, recuperar nuestra fortaleza y nuestra energía detenida para poder destinarla a nuestro bienestar.

En terapia, el proceso de trabajo con los cuentos, al igual que con los sueños, puede requerir varias sesiones. La información que el inconsciente despliega a través de estos trabajos es abundante y rica.

Angeles Martín y Carmen Vázquez en su libro " Cuando me encuentro con el capitán garfio (NO) me engancho" describen en un capítulo el trabajo con cuentos dentro de un marco terapéutico:

"A través de los siglos, los cuentos han surgido como algo espontáneo dentro del desarrollo humano.
Los niños de todas las épocas y países han disfrutado y vibrado antes los cuentos, que, al ser repetidos una y otra vez, se han ido refinando y han llegado a transmitir, al mismo tiempo, significados evidentes y ocultos; han llegado a dirigirse simultáneamente a todos los niveles de las personalidad humana y a expresarse de un modo que alcanza el sentimiento del niño."

Dice Bruno bettelheim: " Al hacer referencia a los problemas humanos universales, especialmente aquellos que preocupan a la mente del niño, estas historias (los cuentos) hablan a sus pequeño yo en formación y estimulan su desarrollo...empiezan precisamente allí donde se encuentra el niño, en su ser psicológico, emocional...ofrecen ejemplos de soluciones, temporales o permanentes a las dificultades cambiantes".

Y todos los adultos hemos sido niños y hemos oído cuentos e historias fantásticas, llegando a tener nuestro favorito.
Con el paso de los años, al llegar a adultos, nuestra razón va anulando el aspecto mágico de los cuentos (por lo menos el de los cuentos de hadas, ya que podemos seguir viendo su permanencia en el éxito de los cómics, revistas para adultos), pero no así nuestra emoción.
Generalmente, cuando de niños, el entorno que nos rodeaba no era la mejor solución a nuestra situación, hemos tomado como modelo a algún héroe de nuestro cuentos y así, al identificarnos con él y viceversa, hemos vislumbrado una posibilidad de futuro y hemos reducido nuestra angustia.

El héroe elegido no necesariamente ha sido el mejor, sino el que más se parecía al concepto de íbamos adquiriendo de nosotros mismos a través de los mensajes verbales y no verbales transmitidos por nuestros adultos (padres, tíos, maestros...).
De este modo conseguíamos en nuestra infancia tener un patrón de vida, que se acomodaba a nuestras características y sobre todo que nos facilitaba la posibilidad de crecer.
Así, hemos conformado nuestra vida adulta con una pauta emocional basada en un cuento. Al margen de otros muchos elementos que la configuran.
Resulta sorprendente y casi increíble constatar que, en el mundo que vivimos, en nuestra misma ciudad y nuestro alrededor vivimos con Caperucitas Rojas, Bellas Durmientes, Cenicientas, Príncipes convertidos en sapos, Capitanes Trueno, etc.
Los cuentos sirven de pautas tanto a hombres como a mujeres y a descubrir a cada personas cuál es su cuento, puede tomar una idea clara de cuál es su trayectoria y su desenlace y si el guión de vida es de su interés o prefiere cambiarlo o elegirlo libremente".

Implicaciones psicológicas:
• Tienen un fondo arquetípico y universal
• Sirven de puente con el inconsciente
• De carácter simbólico; a través de este sentido simbólico se llega a entender lo que fue descrito por Jung como “proceso de individuación”, un proceso de crecimiento psíquico.
• Tiene un nivel exterior y un nivel interior. En la “bruja mala” vemos a nuestra madre (nivel exterior) y también simboliza un aspecto negativo propio (nivel interior).

• Imprime una “huella de la moralidad”, al identificarse el lector/oyente con el héroe.

En cuidado emocional puedo acompañarte a descubrirte  a traves de los dibujos de una forma relajada,  distendida , divertida   y con la garantía de contención , sostén y apoyo .




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