HERMANOS .....ESOS COMPAÑEROS DE VIDA .


HERMANOS ...ESOS COMPAÑEROS DE VIDA .

Las relaciones entre hermanos pueden cubrir toda la gama desde ser los mejores amigos hasta ser los peores enemigos y con frecuencia  hay una combinación turbulenta de los dos a través del curso de toda una  vida . Ser padre de varios hijos   puede conllevar ciertos desafíos, ya que cada niño es diferente. De la misma forma, será diferente la manera en la que te relacionas con un niño y la manera en la que él se relaciona con sus hermanos. Debes tener paciencia y perspectiva para  manejar   los conflictos inevitables. A medida que tus hijos aprenden a hacerle frente a sus hermanos, también aprenderán habilidades valiosas para las relaciones interpersonales.

Las relaciones entre hermanos/as están llenas de claros y oscuros.
Llama la atención sobre todo la diferencia que puede darse en las percepciones y vivencias de una misma realidad. Esto ocurre por ejemplo cuando ya de mayores se les pregunta sobre  recuerdos o historias de su infancia  o adolescencia.

La relación de hermanos experimenta cambios a lo largo de la vida, de manera que si se ha mantenido a pesar de las dificultades o posibles desacuerdos, se convierte en un hilo conductor de gran fuerza en la identidad personal.
Fomentar una buena relación entre hermanos no siempre es fácil pero tiene grandes beneficios en el desarrollo personal.

Tan pronto compiten como sienten un gran vacío sin la presencia del otro.

Tan cercana y tan cruel a veces. Seguramente, todas las personas que tenemos hermanos o hermanas hemos fantaseado en más de una ocasión cuando éramos pequeños en  ser el único hijo para nuestros padres y sin embargo,  conozco varios casos de  hijos únicos que de adultos  llegan a echar de menos a un hermano o hermana con quien compartir determinados momentos.




La relación entre hermanos a la larga desarrolla la interacción social de un niño con otras personas. Él aprende a compartir, a gestionar relaciones personales, a establecer conexiones y a comunicarse con sus pares. Al igual que cualquier relación a largo plazo, esta tiene aspectos naturales positivos y negativos y los niños aprenden tanto de la interacción positiva como de la negativa. Aprenden a ser compasivos y respetuosos y a tener empatía en el contexto de la dinámica familiar. Ser combativo a menudo le enseña a cada niño cómo resolver conflictos dentro de esa estructura.


Esta relación temprana también marca cómo los hermanos se relacionarán entre sí en la edad adulta; y para bien o mal, la influencia más temprana y más fuerte para un niño es la de un hermano. Esto es particularmente cierto para los hermanos menores, que aprenden a manejar los hitos significativos en sus vidas al ver cómo los experimentan sus hermanos mayores primero. El hermano menor incluso podría experimentar algún tipo de adoración hacia su héroe y tomar decisiones sociales en consecuencia. Los hermanos podrían verse entre sí más como pares y menos como figuras autoritarias que un padre y sentirse más seguros confesándoles inseguridades y errores.


La forma en la que tus hijos se relacionen como hermanos puede depender de varios factores. El temperamento natural del niño, dónde están en su desarrollo e incluso el orden de los nacimientos pueden ser importantes en cómo los hermanos manejan sus relaciones. Un hermano exaltado podría poner nervioso a un niño que se enoja fácilmente. Los niños mayores podrían no tener paciencia para tratar con hermanos extremadamente jóvenes. Los primogénitos podrían ejercer autoridad sobre los niños más jóvenes, que suelen sentirse competitivos, para lograr un poco de igualdad en la relación.


¿Por qué es importante la relación con los hermanos? Los hermanos nos aportan :

  Identidad, pertenencia a un grupo familiar. Nos recuerdan quienes somos , el grupo al que pertenecemos y que nos acoge y acepta como somos.

  Aprendizaje de conductas. Los hermanos se convierten en modelos de comportamiento (con ellos aprendemos juegos,  palabras, canciones…), nos premian con su atención o nos castigan con sus ironías e indiferencia.


  Socialización.  La relación entre hermanos, especialmente entre aquellos con edades y niveles evolutivos no muy dispares, facilita la adquisición y entrenamiento de habilidades sociales y de otras estrategias que pondremos en práctica en la relación con los demás (compartir, comunicarnos de manera efectiva, guardar secretos, cooperar, competir, frustrarnos…).


  Desarrollo emocional. Aprendemos a querer  y a rivalizar, sentimos celos y también apoyo emocional.

Una relación gratificante con un hermano o una hermana, es una capa de protección en  nuestra vida.
Una relación traumatizante,  genera heridas que cuesta mucho curar y que suelen dejar cicatrices.
La relación con los hermanos es única, irrepetible y de gran importancia en el desarrollo social, cognitivo y emocional. Esta influencia en lo que seremos de adultos existe ya  sean estas relaciones gratificantes o profundamente traumáticas.


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