AUTOESTIMA .



"La peor desgracia que le puede suceder a un ser humano es pensar mal de sí mismo". Goethe.





La autoestima o concepto del propio valor es el significado o sentido de validez dado por la propia persona a sí misma, incluyendo la autocomprensión y el autocontrol. La autoestima es un concepto, una actitud, un sentimiento, una imagen de uno mismo y está representada o expresada por las conductas y la comunicación. Casi todas las conductas y las estrategias relacionales de las personas se llegan a comprender en el contexto de la búsqueda de autoestima o la preservación de ella.
La autoestima proviene de dos fuentes principales, la comprobación de competencia o capacidad personal y el aprecio que se recibe de otras personas.

AUTOESTIMA NEGATIVA.
La persona que tiene un mal concepto de sí mismo carga sus relaciones de defensa y agresividad, con lo que le es más fácil entrar en conflictos. Muchos estilos defensivos propiciadores de conflictos provienen más que del deseo de agresión real, del temor a ser mirado despectivamente o atacado a partir de la propia mala idea de sí mismo. Las personas con baja autoestima, al relacionarse cargan sus relaciones de interpretaciones negativas para sí mismos, con lo cual entran en dificultad a partir de su propia autoimagen más que de la realidad de la relación. Entran a las relaciones con desconfianza, esperando de los demás el engaño, la agresión, e incluso el desprecio. Se relacionan así como inferiores, lo que les da la posibilidad de convertirse en víctimas, complicando la relación y el concepto de sí mismos con la necesidad continua de confirmación, con la autorreferencia y con la falta de objetividad.

La persona que se da poco valor como individuo piensa acerca de sí misma:
-"Valgo poco, a nadie le es agradable mi presencia".
-"Valgo poco, a nadie le interesa lo que hablo".
Al entrar en relación con estos pensamientos y sentimientos de autodesvalorización, todo lo que se percibe del otro se carga con la propia visión de si mismo y se exige más de cada situación de relación con lo que le es más fácil entrar en conflicto.
- "Sé que no puedo gustarle, tengo que defenderme antes que me ataque".
- "No se va a interesar por lo que hablo, yo a mi vez voy a ser indiferente cuando cuente sus cosas".
- "No le gusto, no le caigo bien, no puedo pedirle nada porque no me lo va a dar". –
 "Para gustarle tengo que opinar igual que él/ella".

AUTOESTIMA POSITIVA.
En el desarrollo de una positiva autoestima influye el pensamiento positivo, es decir, el darle un significado a la propia vida del que derive satisfacción y una mirada optimista al mundo y a las relaciones.
La persona que se valora positivamente también se imagina bien valorado por los demás, por lo que se acerca a sus relaciones en una actitud más abierta, logrando así, relaciones más armónicas. La positiva autoestima es clave en la calidad de relaciones humanas que las personas logran. En este sentido, es importante saber que cualquier persona que reciba afecto y reconocimiento de su validez, estará mucho más dispuesta a la posibilidad de abrirse a los cambios personales. Un factor fundamental determinante de lo que sucede dentro y entre las personas, es la calidad de la autoestima.
La disposición hacia la integridad, la sinceridad, la responsabilidad, la solidaridad, el amor, la eficiencia, surgen con facilidad en aquellos que tienen en alto su autoestima y piensan bien de sí mismos.
Aparece claro entonces, cómo en las relaciones humanas la necesidad de tener un buen concepto de sí mismo es un elemento primordial ya que cada persona, a su estilo, consciente o inconscientemente, adecuada o torpemente, buscará que en las relaciones su autoestima no resulte lesionada. Resulta así la autoestima como muy determinante en la calidad de la comunicación, de la relación, de las conductas.
Los aspectos fuertes de cada persona le servirán de base para impulsar a los débiles. Habrá que buscar las situaciones en que se haya tenido logros a través de la historia de vida para definir aquellas condiciones personales que se pusieron en juego y sirvieron para obtenerlos e impulsar su aplicación en otros.
Para favorecer una buena   autoestima  las personas  aprenderán a destacar sus buenas experiencias y logros como las capacidades que las llevaron a obtenerlos con el fin de motivar a que las extrapolen hacia las áreas personales que consideran menos sólidas y las fortalezcan:
¿Qué ha hecho bien en su vida?
¿Qué logros personales puede relatar?

¿Qué experiencia positiva en que Ud. participó puede contar?
¿Qué condiciones suyas estuvieron presentes en esos logros?
 ¿Qué condición suya le sirvió para que le fuera bien en ese trabajo? ¿Por qué a Ud. la consideran una buena amiga/o?

¿A qué otro aspecto o situación de su persona puede aplicar esas mismas condiciones?
La persona que se da valor como tal, piensa acerca de sí misma:
-"Valgo porque soy único".

-"Valgo porque soy parte del mundo y me intereso en él".

-"Valgo porque vivo y estoy siendo protagonista de mi historia".
La persona con buena autoestima tiene una mejor capacidad de adaptación a las circunstancias de vida.

La autoestima no significa pensar que eres perfecto -por que nadie lo es- si no, saber que eres digno de ser amado y aceptado.

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