METÁFORAS EN TERAPIA.








METÁFORAS EN TERAPIA.

La metáfora es la capacidad para establecer una relación entre dos cosas diferentes con el fin de mostrar que al final comparten cosas en común, la metáfora es un medio muy útil para comprender, organizar y recordar información, estas son muy efectivas para todas las etapas de enseñanza.

La enseñanza metafórica es holística se centra constantemente en los procesos de reconocer y comprender pautas y principios generales que conceden un significado ha hechos específicos.

La metáfora es un estilo de educación lógica, predominantemente verbal, esta permite que el juego tenga lugar como parte del proceso de sanción emocional .

Esta es un gran instrumento de sanción  y un medio eficaz para pensar.

¿Por qué son útiles las metáforas? Vivimos en una cultura que desde la cuna nos enseñan a pensar de forma lógica-racional, en la familia, en la escuela, en el trabajo. De hecho, “no eres lógico” se ha convertido en un insulto. Por ello, cuando tenemos un problema intentamos abordarlo de la forma más “racional” posible. Aunque emociones y procesos inconscientes afecten nuestras decisiones, nosotros intentamos o nos creemos que lo afrontamos todo racionalmente. Cuando alguien llega a la consulta del terapeuta, no sólo el cliente sino todos los que le rodean, le han bombardeado de consejos “lógico-racionales” que está claro que no le han sido útiles porque si no no hubiera acudido al psicólogo. Si en consulta seguimos con las mismas estrategias lógico-racionales que ya ha empleado el cliente hasta entonces ¿podremos llegar muy lejos?


El uso de las metáforas es otra forma de contemplar el problema, una nueva forma de hacerlo para el cliente. Con las metáforas de repente se fomenta la imaginación y la creatividad. Durante el proceso de solución de problemas, una comprensión analógico-metafórica puede, constituir una solución, iniciar el camino hacia la misma o cambiar substancialmente el enfoque del problema. En definitiva, las metáforas pueden constituir trampolines de sanación.
Si necesitamos de la imaginación y la creatividad del cliente, su papel de repente se convierte en más activo. La movilización del cliente es siempre el primer y a veces el único objetivo de la mayoría de las terapias.
Las metáforas presentan otras ventajas. Una de ellas es que resultan fáciles de recordar. Las literatura sobre memoria de la información verbal concluye que el material se recuerda mejor si está organizado y es interesante, si provoca emociones no demasiado intensas y utiliza anclajes sensoriales. Como vemos, todas estas características las encontramos en las metáforas. Las metáforas suelen gustar, sólo hemos de fijarnos en la mayoría de adjuntos que se mandan en los correos electrónicos con todo tipo de metáforas. Que gustan no cabe duda y que son fáciles de recordar tampoco. Los publicistas saben muy bien las ventajas que presentan las metáforas para ser recordadas, fijémonos en la cantidad de anuncios que las emplean.
Otra de las ventajas que presentan las metáforas es que no provocan resistencias. Si el terapeuta sugiere al cliente cuál es la forma correcta en la que debería comportarse, probablemente aparecerán algunas resistencias, sin embargo si le cuenta una fábula al respecto, es probable que no se cree resistencia.
La eficacia de las metáforas también radica en que permite al cliente externalizar el problema y analizarlo con más distancia.
Asimismo, las metáforas permiten el contacto con y la expresión de emociones. Es como si permitieran la expansión de la conciencia emocional al no ceñirnos exclusivamente a la experiencia literal. 

Utilizar metáforas en terapia para que la persona pueda entender su proceso mejor. Si trabajamos, en ocasiones, con ejemplos, metáforas y comparaciones, estamos trabajando sobre el mundo concreto y la comprensión de una problemática psicológica o técnica es mucho mayor.
Algo que se da algunas veces en terapia es la auto-revelación, que consiste en que el psicólogo puede revelar algún aspecto cierto de su propia vida donde le pasó algo parecido o tuvo un síntoma similar al que está indicando el paciente. Con ello, tratamos de ser un “modelo coping” (transmitimos un modelo de conducta que tiene fallos pero sigue adelante, los supera. Aun teniendo fallos sigue transmitiendo un modelo positivo de conducta. Se diferencia de un “modelo mastery” que sería uno que lo hiciera todo bien, que tendría más utilidad para enseñar habilidades motoras, pero no psicólogicas). Cuando se emplea la auto-revelación, el paciente puede normalizar bastante el problema y relativizar en cierto sentido el mismo.
Esto es especialmente importante cuando se trabaja con niños y existen psicólogos que lo hacen extremadamente bien. Si tiene sentido lo que acabamos de decir, mucho más con el trabajo con los niños, que debe ser dentro del pensamiento concreto y con ejemplos claros, con juegos, cuentos, auto-revelaciones, historias de alguien que pasó por algo similar, dibujos, etc.

 Un libro de fábulas  es una buena herramienta para trabajar cosas con niños mediante el cuento, aspectos que con ellos deben tratarse pero son complicados si no se trasladan al mundo de lo concreto, como son, la autoestima, la aprobación de los demás, el autoengaño, etc. 


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