ENTRE EL MIEDO A LA INVASIÓN Y EL MIEDO AL ABANDONO.

Entre el miedo a la invasión y el miedo al abandono:

En este post hablaré de dos grandes miedos en las relaciones de pareja, y los que se esconde entre el miedo a la invasión y el miedo al abandono.Es una constante, en nuestra sociedad, que se hable de un miedo al compromiso en la pareja. Tanto los hombres como las mujeres construyen vínculos livianos que se disuelven en el tiempo.

¿Qué hay detrás de este miedo?
El miedo al compromiso tiene como fondo el miedo a la entrega, el miedo al amor y sus implicancias. Es muy difícil entregarse verdaderamente, puede haber una pareja o un matrimonio de años y, sin embargo, puede no haber entrega. Cuando nos entregamos estamos en carne viva, sentimos intensamente y nos acercamos al más preciado tesoro: ser queridos incondicionalmente. El llegar al bienestar de la intensa conexión que da la verdadera entrega, inaugura la posibilidad de la pérdida de ese bienestar y así aparece el miedo.

Este temor se representa en dos miedos básicos que aparecen en las relaciones íntimas, el miedo al abandono y el miedo a la invasión. Son temores que traemos desde nuestras primeras relaciones significativas y que la vida de pareja actualiza y aviva.

Es interesante observar la dinámica de la pareja cuando uno de ellos sufre el miedo a al invasión y el otro sufre el miedo al abandono. La situación más conocida (aunque bien puede darse al revés) es aquella donde la mujer sufre el miedo al abandono y el hombre el miedo a la invasión. En este caso la mujer, que abriga el temor a ser abandonada, se cubre de esa posibilidad mediante la acción, despliega estrategias de acercamiento y cercamiento que supuestamente evitan el abandono. Ese movimiento de acercamiento hace que el hombre se sienta invadido golpeando justamente en su miedo básico y se genera un alejamiento preventivo que realimenta la sensación de abandono cerrando el círculo vicioso. Es importante observar que detrás de todos estos movimientos hay miedo al dolor.


Cuando se intenta poseer, prevenir o directamente invadir no hay entrega verdadera al otro, hay entrega cuando se acepta lo que hay. Naturalmente podemos elegir irnos si no nos gusta o si no nos alcanza lo que hay, pero existe verdadera aceptación cuando el corazón le dice sí al otro tal cual es.


El miedo a la invasión, por su lado, es el miedo a dejar de ser uno mismo, hay una necesidad tan grande de satisfacer al otro que se posterga el propio deseo. Esta es una situación típica en los hombres que necesitan proveer, satisfacer y hacerse cargo del bienestar del otro. La figura del hombre proveedor, capaz de proveer desde los bienes materiales hasta la felicidad, está muy arraigada en nuestra sociedad. Y la preocupación por satisfacer el deseo del otro puede invadir de tal manera que dejemos de ser nosotros mismos.

Entonces, ¿La aceptación del otro es el ingrediente más importante para asumir un compromiso y hacer un camino de felicidad?
Si tomamos lo que hay, si aceptamos lo que sucede con dignidad, sin pelear confiando que algún sentido tiene, podemos disfrutar, aprender, fluir. Aceptar no significa esconder lo que me disgusta del otro.


Nada nos causa en la vida mayor felicidad que ser aceptados tal cual somos y que cada uno de nosotros merezca ser aceptado tal cual es. 
No aceptar al otro es un trabajo inútil porque el otro es quien es, lo aceptemos o no. 
El no aceptar nos lleva al enojo, frialdad y alejamiento ya que lo que hay detrás es desvalorización. El punto es que también queremos imponer nuestra manera de ser porque “es mejor”, apoyados en nuestras razones. 
¿Cuánto puede durar una relación basada en la desvalorización del otro? Esto empieza con un estado de enamoramiento que complica el punto de partida.

Sucede que a veces tenemos tanta ansia de amor que vemos en el otro la persona que ansiamos y no a quien realmente es. Con el tiempo descubrimos al otro real y caemos en la cuenta que nos habíamos enamorado de nuestra propia proyección. A veces inventamos el amor y luego sufrimos porque se cae la fantasía.


Lo que pasa es que después de un tiempo la otra persona se empieza a mostrar tal cual es y eso no coincide con nuestras ideas. Allí comienzan los conflictos. ¿Hay alguna esperanza de recomponer el vínculo o cada uno por su lado? 
La cuestión más importante es Darse Cuenta si podemos amar a ese que vemos o si quedamos pegados a nuestro ideal. 
Aquí realmente puede empezar el amor, una vez que Aceptamos al otro y nos damos cuenta si lo amamos así como es. 
De esta manera el fin del enamoramiento podríamos tomarlo más constructivamente ya que puede ser la puerta del amor.



La des-ilusión, en este sentido, es una gran cosa. Cuando no estamos tomados por una ilusión, es decir por una idea de lo que el otro es, comienza la real posibilidad de que el amor suceda, porque el amor solo se da entre dos personas de carne y hueso y no entre dos ilusiones. El amor da trabajo, porque no se construye de ilusiones o de sometimientos. Solo es posible entre dos seres únicos y por lo tanto diferentes.






Comentarios

  1. Wow muchas gracias por este increíble post, soy estudiante de psicología y di con este blog mientras investigaba un poco sobre el Duelo por Separación de Pareja. Esta excelente!

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