INMADUREZ EMOCIONAL Y ADICCIONES
INMADUREZ
EMOCIONAL Y ADICCIONES.
En general tendemos a hablar o centrarnos en la llamadas adicciones
serias o duras y descuidamos otras, ya sea porque son socialmente aceptables o
porque no encajan en nuestro modelo conceptual de lo que es una adicción.
El hombre nace para vivir en un equilibrio tanto
social, como psicológico y fisiológico, y sus dificultades no surgen de su deseo
de rechazar tal equilibrio, sino de movimientos mal dirigidos para hallarlo y
mantenerlo.
Entre las dependencias y/o adicciones se
encuentran:
Nuestra cultura prospera sobre la base de una
tecnología que elimina la espera. Somos consumidores y muchas veces adictos: al
horno microondas, al fax, a los teléfonos celulares, a los alimentos
instantáneos, a Internet, a las comidas rápidas…somos adictos a ya, al para
ayer …
Es difícil que nuestra cultura acepte los cambios,
opta por el pensamiento adictivo (los tiempos del adicto: “todo ya”). Ver post ORIGEN DEL MALESTAR DEL SER HUMANO EN LA SOCIEDAD ACTUAL.
La adicción o dependencia podría definirla como: “un
anhelo vehemente de una experiencia u objeto que nos haga sentir bien”.
El adicto no puede reconocer lo que realmente necesita.
Cree que necesita algo externo para satisfacerse (Dependencia Apego),
produciéndose deterioro integral: físico, psíquico, emocional y
espiritual.
Proyecta en el afuera todo su malestar. Se encuentra
en un callejón sin salida, puesto que el futuro lo vive como atemorizante.
La adicción le sirve como escape y evitación de todo
esto que aún no puede hacer consciente.
Al principio, la compulsión a las sustancias,
objetos, personas, trabajo, etc. sirve y da satisfacción. Pero¿ de que nos
evadimos, cual es nuestra sensación , que huecos queremos rellenar con las
adicciones, de que no nos hacemos cargo, que nos causa frustración.?
¿Cual es el origen de nuestro comportamiento ?Somos
maduros emocionalmente ?
LA INMADUREZ EMOCIONAL.
Pese a que el término inmadurez puede resultar
ofensivo o peyorativo para ciertas personas, su verdadera acepción nada tiene
que ver con retardo o estupidez. La inmadurez emocional implica una perspectiva
ingenua e intolerante ante ciertas situaciones de la vida, generalmente incómodas
o aversivas. Una persona que no haya desarrollado la madurez o inteligencia
emocional adecuada tendrá dificultades ante el sufrimiento, la frustración y la
incertidumbre. Fragilidad, inocencia, inexperiencia o novatada, podrían ser
utilizadas como sinónimos, pero técnicamente hablando, el término “inmadurez”
se acopla mejor al escaso autocontrol y/o autodisciplina que suelen mostrar los
individuos que no toleran las emociones mencionadas. Dicho de otra manera,
algunas personas estancan su crecimiento emocional en ciertas áreas, aunque en
otras funcionan maravillosamente bien.
Señalaré las tres manifestaciones más importantes de
la inmadurez emocional relacionadas con el apego afectivo en particular y con
las adicciones en general:
(a) bajos umbrales para el sufrimiento
(b) baja tolerancia a la frustración
(c) la ilusión de permanencia.
Pese a que en la práctica estos tres esquemas suelen
entremezclarse, los separé para que puedan apreciarse mejor. Veamos cada uno en
detalle.
Bajos umbrales
para el sufrimiento o la ley del mínimo esfuerzo:
La incapacidad para soportar lo desagradable varía
según de un sujeto a otro. No todos tenemos los mismos umbrales o tolerancia al
dolor. Hay personas que son capaces de aguantar una cirugía sin anestesia, o de
desvincularse fácilmente de la persona que ama porque no les conviene, mientras
que a otras hay que obligarlas, sedarlas o empujarlas, porque son de una
susceptibilidad que raya en el merengue. Estas diferencias individuales parecen
estar determinadas no sólo por la genética, sino también por la educación. Una
persona que haya sido contemplada, sobreprotegida y amparada de todo mal en sus
primeros años de vida, probablemente no alcance a desarrollar la fortaleza
(coraje, decisión, aguante) para enfrentar la adversidad. Le faltará el “callo”
que distingue a los que perseveran hasta el final.
Su vida se regirá por el principio del placer y la
evitación inmediata de todo aversivo, por insignificante que éste sea. Repito:
esto no implica hacer una apología del masoquismo y el autocastigo, y fomentar
el suplicio como forma de vida, sino reconocer que cualquier cambio requiere de
una inversión de esfuerzo, un costo que los cómodos no están dispuestos a
pagar. El sacrificio los enferma y la molestia los deprime. La consecuencia es
terrible: miedo a lo desconocido y apego al pasado. Dicho de otra manera, si
una persona no soporta una mínima mortificación, se siente incapaz de afrontar
lo desagradable y busca desesperadamente el placer, el riesgo de adicción es
alto. No será capaz y se evadirá consumiendo.
Pero qué ocurre cuando una persona no
madura emocionalmente y sigue viendo el entorno y lo que recibe de él lo más
importante para su felicidad. Esta actitud que es una actitud real cuando somos
niños ya que se depende totalmente del mundo adulto, refleja inmadurez
emocional cuando la persona ya es adulta, y culpabiliza o responsabiliza todo
lo que le ocurre, sus acciones, comportamiento, emociones y reacciones, al
exterior. La creencia de que la felicidad o la tristeza depende
totalmente del exterior, hace que el adulto se siga comportando como un niño cuando
ya no lo es. ver post síndrome de peter pan . Este es el caso de personas que
necesitan constantemente llamar la atención, o que el entorno les haga caso, o
que les den lo que desean y si no reciben lo esperando se frustran, se
enfadan, se deprimen o entran en estados ansiosos, pasando en algunos casos a
manipular el entorno si no consiguen lo que necesitan.
Por otro lado si la persona ve que el
entorno, el mundo, es lo más importante para su felicidad y no lo que es ella
misma, esa dependencia bloqueará cualquier desarrollo evolutivo, ya que siempre
estará más atenta a lo que recibe del mundo que a lo que es ella misma. Es la
diferencia de basar la existencia en valores externos (reconocimiento, premios,
fama, dinero, atención), cosa que sería normal en un niño, a basarla en
valores internos, donde el peso se pone en lo que es uno mismo y en sus propios
valores (los valores internos).
En este caso para que la persona deje
atrás esa mentalidad infantil será necesario que comience a conocer bien cómo
es ella misma y fortalezca aquellos valores internos que le ayuden en su
crecimiento personal como son: El conocimiento, la verdad, la responsabilidad,
la libertad, la honestidad, el amor (hacia uno mismo y hacia el otro), la
paciencia, la prudencia, la valentía o el trabajo,. En nuestros talleres
y terapias de cuidadoemocional comenzarás a ver que mecanismos utilizamos para la frustración, como
desarrollar la inteligencia emocional …y empezaremos a madurar emocionalmente
llegando a ser adultos emocionales que no ponen las responsabilidad de lo que
nos ocurre fuera sino en nosotros mismos y en nuestras acciones, con nuestro
cambio de actitudes y patrones llegaremos a ser personas inteligentes emocionalmente que se conocen y
centran en su interior y conocerás realmente
cual son necesidades y cuales vanos caprichos.
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