Hacer Entender A Nuestro Hijo Que El Motivo De La Separación No Es Él .
Jean Jacques Rousseau (Filósofo suizo).
Los hijos suelen ser las
víctimas del divorcio. Para ellos es un hecho que los marca y puede romperles
la estabilidad emocional a la que estaban acostumbrados. El divorcio es difícil para todas las personas
involucradas.Pero para los niños lo es todavía más, porque: Se enfrentan a un
hecho inesperado, para el que no están preparados. Aún en matrimonios muy
conflictivos, los hijos casi siempre piensan que sus padres van a seguir
juntos. No tiene ningún control sobre la situación.
Los cambios y el no saber lo qué va a suceder, les
generan mucha angustia. Desde pequeños
aprendemos a culpar a los demás para no sentirnos mal o a culparnos a nosotros
mismos, de casi todo lo que sucede.Esta actitud está relacionada con la
educación que recibimos y a la influencia de la cultura en la que vivimos.De
pequeños escuchamos mensajes que influyen en nosotros a lo largo de toda la
vida.Mensajes como:"Si no eres "bueno" nadie te va a
querer."Por tu culpa me siento…"Así adquirimos una escala de
valores que califica las cosas y lo que hacemos como buenas o malas y nos
califica a nosotros como personas.
Los niños a partir
de 3 a 5 años suelen hacer
bastantes preguntas. Desarrollan su actividad, imaginación, cuentan historias,
son egocéntricos, todo lo que ocurre a su alrededor tiene relación con lo que
piensan: "papá y mamá se han
separado porque me he portado mal". También es una etapa de muchos
miedos, sobre todo a quedarse solos o que sus padres dejen de quererles. En ese
sentido, Observar los cambios de conductas y corregirle explicando cuáles son
las consecuencias. Mantener los hábitos y rutinas para que el niño sienta
seguridad y continuidad. Los niños pequeños suelen
sentirse culpables. Creen que papá se ha ido o mamá ha decidido separarse por
culpa de ellos. No permitas que crean eso. Vuelca tu amor más tierno con ellos.
En el Niño de 6 a 12 años ¿Cómo pudo
suceder esto? ¿Por qué está sucediendo?
El niño es menos activo que en la fase anterior
porque dedica sus energías al estudio y aprendizaje. A nivel emocional salen de
su egocentrismo y comienzan a ser más sensibles hacia sus propias emociones y
las de los demás. Tienen mayor capacidad para entender lo que es un divorcio,
aunque no suelen expresarlo por miedo a
preocupar a los padres o a sentimientos de culpa. Muchas veces aún creen en
la unión de los padres, lo cual, al no ver confirmado hace que se sientan
traicionados, tristes y rabiosos. En ocasiones pueden sufrir regresiones y
sentimientos de abandono. Por ello, es importante mantener contacto con el
colegio para informar de la situación y reforzar sus logros en el aprendizaje.
Hacerle saber que sus padres no le van a abandonar.
Adolescencia
Es una fase complicada porque el adolescente está en búsqueda
de su propia identidad, en la que suele revivir experiencias anteriores. El
divorcio en esta etapa complica la construcción de su identidad porque ellos
necesitan sentir mucha seguridad. Por eso, si el ambiente en casa no es seguro,
sentirá miedo. Algunos experimentarán soledad y buscarán esa seguridad en otros
grupos de iguales de los que tendrá excesiva dependencia.
Muchos pueden encontrar vías de expresión de ira a
través de trastornos de alimentación, consumo de sustancias, conductas sexuales
de riesgo, dándose la mayoría de conflictos en el colegio. Es importante
hablarles abiertamente del divorcio y no convertirlo (al hijo) en pareja, padre
o confidente. Es esencial que mantenga contacto con el progenitor de su mismo
sexo para que así pueda construir de forma adecuada su identidad sexual. Los
adolescentes suelen buscar culpables: en ocasiones culpan al padre (por haberse
ido de casa, por trabajar muchas horas, por enamorarse de otra mujer), a veces
a la madre (por ser una gruñona, por no estar en casa cuando se le necesita,
por enamorarse igualmente de otro hombre…). En ocasiones los que consideran
culpables son terceras personas… Compréndeles, dales tiempo. Ellos también
tienen que pasar su duelo.
Habla con ellos todo lo que puedas, respeta sus
periodos de silencio. Haz actividades divertidas con ellos y sobre todo, ten
mucha paciencia.
"Nos preocupamos por lo que un niño será mañana, pero se nos olvida que ya es alguien hoy".
Stacia Tauscher (Escritora).
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