EL NIÑO INTERIOR ...
A la hora de hablar de nuestro “niño interior” es posible que
mucha gente se sonría, que no
entienda su significado. En ocasiones
se asocia a la infancia a ese periodo de “ciega
inocencia”
donde uno no entiende aún muy
bien cómo es eso llamado mundo,
o esa entidad llamada vida. Se les permite por
ello a los niños
cierto toque de locura, de espontaneidad, porque
sencillamente,
“aún no saben”.
Sin embargo, es posible que
sepan mucho más que nosotros,
que dispongan de valores que ya hemos perdido. Se
dice también, que todos seguimos
teniendo nuestro
niño interior muy escondido, pero aún así,
sigue siendo él quien nos permite en
realidad cierto
equilibrio entre la parte racional y esa otra más libre,
pura e
ilusionada, que sigue reclamando amor.
Tenemos dos lados diferenciados
en nuestra personalidad,
el Niño y el Adulto.
Cuando están bien conectados todo
funciona bien, si no es así porque las experiencias,
las heridas han hecho que
se desconecten una de la otra,
se crean conflictos, vacíos etc.
Inclusive podemos pensar que no
podemos actuar como un niño,
ya que estos son alborotadores, inquietos etc. Y
así al
igual que lo valoraron de niño, puede que lo valoremos
nosotros ahora,
sin justicia para ese niño que todos llevamos dentro.
Nuestro niño tiene unas
emociones completas, intensas, de alegría,
de felicidad, de tristeza. Es nuestro hemisferio derecho,
es el SENTIR,
el VIVENCIAR, nuestro hemisferio
izquierdo
es el adulto, hace, PIENSA, ACTÚA.
Cuando de niños se vive
abandono, maltrato, nos avergüenzan
etc. El dolor es tan grande, tan
insoportable que el
ADULTO INTERIOR SE DESCONECTA
del NIÑO INTERIOR para no sufrir.
Así el niño interior se encuentra
solo, aislado del mundo
y en nuestro interior, puesto que no hay nadie que lo
proteja.
Al crecer y desarrollarse.Si
el Niño Interior se siente criticado, descuidado por el Adulto Interior, y se
proyecta así en los
sentimientos de los demás; siente que los demás son
controladores, critican o abandonan, sea o no cierto.
La Ira que siente el
NIÑO INTERIOR el ADULTO
INTERIOR “no amoroso con él, no la escucha, así que la
Ira la sentimos hacia los demás, cuando somos adultos no es solo el rechazo
hacia los demás si no también hacia nosotros mismos.
El perfeccionismo, el miedo y
demás son síntomas de la DESCONEXIÓN ADULTO -NIÑO y como victima también puede
hacerse adicto a sustancias o a cosas, porque que necesita amor protección,
aprobación y se siente merecedor de ello,
puede reaccionar con ira, con
violencia o con silencio.
Sin embargo el niño amado, hace
que este conectado a su ADULTO INTERIOR es sensible, alegre.
Lo que hace , la acumulación de las experiencias del niño, es que podamos SENTIR y cuando no
podemos SENTIR no podemos usar la sabiduría.
Y es difícil ser simpático,
alegre, divertirse etc. Igual que todos los niños que son espontáneos, cantan,
se abrazan et SIN EL NIÑO AMADO el adulto se haya desconectado .
Realizaremos varios talleres en relación a la conexión con nuestro niño y seguiremos indagando en el trabajo con el niño interior tan importante para todos nosotros.
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