Mi Derecho a Sentir.





   Derecho  A Sentir.


En éste post hablaremos de nuestro derecho a sentir, a expresarnos y a conectar con nuestras emociones. Desde pequeños, el bebé expresa casi todo lo que siente con llanto, es su forma natural de comunicarse con el mundo. Cuando tiene rabia, hambre, sueño, cuando está mimado, cuando quiere compañía, suele llorar. A medida que ese bebé crece comienza también a expresarse de otras formas hasta que descubre el lenguaje verbal. Sin embargo, no siempre logra identificar ni poner en palabras las emociones y sentimientos que le llegan. Este proceso se aprende en la vida y es función de los padres y de los adultos ayudarlo para que crezca emocionalmente estable. 


Es en el segundo año de vida, cuando se desarrolla el derecho a sentir, nuestro segundo chacra empieza a desarrollarse, entonces  depende de nuestra experiencia en la infancia que vamos bloqueando nuestro derecho a sentir, cuando el niño se ríe a carcajadas, y le riñen le bloqueamos este derecho , cuando se enfada igual, no nos damos cuenta que no fuimos educados emocionalmente , nos nos enseñaron a expresar nuestras emociones, tenemos derecho a sentir, y la más importante es que nuestro sentir se exprese de la forma correcta.

Cuando aceptamos nuestro derecho a tener rabia, a estar enfadados por algo, lo hacemos de forma más sana que cuando intentamos reprimir y no aceptar nuestro enfado.¿como educar emocionalmente ? Hoy está muy de moda la inteligencia emocional y nos es más que saber reconocer nuestras emociones y nuestro derecho a sentir y expresarlas de forma arsetiva, es decir respetándonos a nosotros mismos y al otro .
¿Cómo hacerlo? Para empezar, es bueno entender que si a un niño le han quitado su juguete, por ejemplo, tiene derecho a sentir rabia, por lo tanto, la labor del padre no consiste en decirle que no sienta rabia, sino en hacerle entender cómo debe reaccionar ante esas emociones tan fuertes. Si el niño le da golpes a los juguetes porque está furioso, la madre o el padre pueden, primero, validarle el sentimiento y luego enseñarle qué se puede hacer. Para lo primero basta con decirle al pequeño frases como: “Veo que estás muy furioso. Sí, estas enfado , entiendo tu sentimiento”.  Y seguidamente enseñarle a expresarlos en la compañía y comprensión de su emoción, que el niño vea que es lícito lo que siente , que no hay represión y no tendrá la necesidad de descargar su frustración dando golpes .... ni de otras formas.

Es decir, una cosa son las emociones y los sentimientos, y otra bien distinta es la expresión de los mismos. Con enseñanzas como estas, los niños aprenden a reconocer sus emociones y a ponerles nombre, si los padres les ayudan a identificar que eso que sienten o que los agobia es miedo o celos o envidia, o que tal vez es alegría, ternura, solidaridad, ellos también aprenden a conocerse a sí mismos, a reconocer cómo sienten y también aprender a expresarlo de tal forma que no les hace daños otros. Lo más importante es que los padres no olviden que ellos en su interior también tienen un niño interior que grabó sus experiencias de cero a siete años y que ahora es momento de aprender el cuidado emocional , gestionar y expresar las mismas para poder enseñar  en la expresión en recreo emocional, en mi consulta, las emociones.
Lo más importante de todo esto es que los niños crecen teniendo claro que sí tienen derecho a sentir, que es válido y humano no estar totalmente felices todo el tiempo, que el mundo que los rodea los afecta y los toca no solo en la piel sino en el corazón y en el alma, y que aceptarlo es parte de hacerse un ser humano más completo.
Cuando los niños aprenden a reconocer sus emociones, aprenden también a expresarlas mejor y a respetarlas en otros. Además, tienen más facilidad para establecer relaciones, para aceptar y rechazar lo que les gusta o no, para elegir lo que ellos consideran que les puede hacer daño o les puede haber el bien.

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