SINDROME DE OTELO
SINDROME OTELO , EL MORO
DE VENECIA .
Otelo: el moro
de Venecia es una obra teatral de Shakespeare, que, como casi todas las de este
clásico escritor, es una tragedia. En la obra, el personaje que da nombre al
síndrome, Otelo, es inducido a creer que su mujer lo está traicionando y, en un
arranque de celos, acaba por matar a su enamorada.
Se dice
que padecen síndrome de Otelo
aquellos que sufren de celos patológicos, también llamado delirio celotípico. Este
trastorno hace que la persona tenga celos injustificados sobre su pareja y
dudas irracionales sobre la fidelidad de esta. Se trata de personas
desconfiadas, inseguras, con problemas de comunicación e inmadurez emocional.
Evidentemente, una relación con este tipo de personas supone
un sufrimiento innecesario para
ambas partes y, mientras no se superen estos problemas, es
imposible establecer un vínculo afectivo sano.
EL
afectado por síndrome de Otelo ve lo que quiere (o no quiere, más bien) ver.
Normalmente la ilusión le provoca que detecte patrones en el comportamiento de
su pareja que le lleva a pensar en un cambio de hábitos por su parte.
Patrones
completamente irreales, obviamente, que indican infidelidad. Algo muy curioso,
cuando hablamos del síndrome de Otelo es que los pacientes normalmente hablan
"del otro", sin que este tenga un rostro definido o unas
características claras. Es un "fantasma", una sombra indefinida
con la cual la ilusión se recrea una y otra vez sin que haya ningún tipo de
indicio real o una fuente clara de información.
La
manifestación de los síntomas puede desencadenarse ante pequeñas variaciones en
la vida cotidiana: Su aparición puede ser a consecuencia de alguna conducta
«sospechosa» de su pareja, como recibir frecuentes mensajes en el celular,
pasar mucho tiempo frente a la computadora, vestir atractiva, cambiar el color
de tinte del cabello, comprar calzado aparentemente sexy, en fin, todo y nada
puede desencadenar la hipervigilancia y acecho del celoso delirante sobre su
pareja.
La
vida del afectado gira alrededor del espionaje sistemático de señales que le
brinden evidencia de la deshonestidad de su pareja. Aunque para su infortunio
esa evidencia nunca llega. La zozobra de no encontrar evidencia clara del
engaño le hace vivir una montaña rusa emocional que le provoca cansancio y
hastío tanto a él como a su sufrida pareja.
No
toda conducta de celos es perturbadora o enferma. La celotipia es una conducta
obsesiva y de larga duración. Una persona que la padece puede tener episodios
de celos, vive periodos prolongados hasta por años sin que su idea disminuya o
termine.
Por
desgracia, el síndrome de Otelo termina en numerosas ocasiones en violencia o
incluso en homicidio. Así que ante el más mínimo indico es conveniente tratar
con un profesional.
• La
necesidad imperiosa de saber que está haciendo la pareja.
• Conocer
cada una de las personas con la que frecuenta.
• Revisar
las llamadas y mensajes en el celular.
• Monitorear
el uso de las redes sociales del cónyuge.
• Cuando
se encuentran en grupos, vigilar cada uno de los movimientos que el otro de,
así como el de las personas a su alrededor.
• Son
intolerables ante una persona que se muestra amable con la pareja del afectado.
• Tienen
constantes pensamientos de inseguridad, sobre si es suficiente o no para su
pareja.
Causas.
La
causa de los delirios celopatícos pueden ser de trastorno primario o
secundario, un ejemplo son las personas alcohólicas que suelen sentir celos
patológicos, siendo una causa muy común en la celotipia (celos enfermizos).
Tratamiento. La psicoterapia
tiene que enfrentar la conducta recelosa del paciente y ayudarle a ubicar la
realidad de sus falsas creencias acerca de la infidelidad de su pareja. Este
proceso puede verse severamente obstaculizado cuando el celotípico no tiene
consciencia de su enfermedad ni acepta la posibilidad de tenerla.
En
muchos casos el apoyo de medicamentos anti psicóticos contribuye a la
recuperación del control de impulsos. Por ser pacientes desconfiados se recomienda
la supervisión de un familiar para el apego al tratamiento, ya que con
frecuencia no lo llevan como se les indica.
Son
muy pocos los pacientes con este problema que acuden voluntariamente a consulta
y tratamiento; la gran mayoría van para rescatar la dañada relación con la
pareja. El índice de separaciones y divorcios es elevado en estos casos.
Fuentes.
Uncommon
Psychiatric Syndromes. David Enouch. Editorial Hodder Arnold
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