SINDROME DE MADAME BOVARY
Síndrome de
Madame Bovary.
El romanticismo
se caracteriza por su entrega a la imaginación y la subjetividad, y la
expresión y su idealización de la naturaleza. Flaubert critica en su libro
la influencia del romanticismo en las mujeres de su época, y muestra que no todo es tan perfecto y
romántico como se muestra en la literatura romántica. En Francia el inicio del Romanticismo
coincidió con las guerras Napoleonicas a principios del siglo XIX. Sin embargo esta
obra es Realista, y describe el comportamiento humano y su entorno, tal y
como actúan y sucede en la realidad.
La protagonista
que da nombre a esta clásica novela francesa vive toda su vida atormentada por
la insatisfacción, por una necesidad de escapar de su matrimonio y de su vida
convencional para vivir los grandes romances y aventuras con los que sueña,
sobre todo tras la lectura de sus novelas favoritas.
Sufre de
insatisfacción afectiva crónica, ya que cree y por lo tanto busca un amor
ideal que no existe. Este síndrome trata de mujeres que sufren de
insatisfacción afectiva crónica.
Personas que se
vuelven adictas al romance, y viven en la búsqueda de un amor ideal sacado de
novelas y cuentos; se enfrentan una cadena larga de frustración en frustración,
debido a su gusto de relaciones imposibles y hasta un tanto inconvenientes.
Se le ha
relacionado por un abandono o sobreatención excesiva durante la niñez, así como
de experiencias traumáticas que las conducen a una necesidad de sobreatención
por parte de los hombres. Buscando a su hombre ideal o incluso su alma gemela.
En el caso del
personaje ya mencionado, “Madame Bovary” cae en la ilusión de que cada hombre
en turno parece reunir características ideales: lo escucha embobada, lo sigue a
todas partes, y hasta a veces se mimetiza con sus creencias, costumbres y
gustos. Cuando se da cuenta de su error, ella misma empieza a destruir sus
sueños, llevándola a la queja y el reproche, peleas, las infidelidades y una
ruptura tormentosa. Entonces será el turno del siguiente. El proceso puede ser
veloz, y los candidatos cada vez peores, pero con la misma ilusión en cuanto al
amor imposible y hombre perfecto.
Sin embargo,
los hombres no están exentos al síndrome, pues es sencillo percibir hombres
enamoradizos cada tanto tiempo. Cada nuevo amor es vivido con gran intensidad,
se niegan a ver los problemas evidentes, y al caer en cuenta del error, suelen
ser caídas dolorosas. Al sufrir este síndrome ya sea uno mismo o la pareja
en cuestión nos enfrentamos a un amor desenfrenado, pasional pero
inevitablemente inestable y poco duradero para ambos casos.
Este síndrome
está relacionado con trastornos afectivos como la depresión .
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